Mi nombre es José Luis, y en el mundo real me dedico profesionalmente al ámbito de las tecnologías de la información. Mi historia con la informática comenzó a una edad temprana, cuando apenas tenía ocho años. Mi primer ordenador fue un Amstrad CPC 464, con casete y pantalla a color que además servía como televisor. Para su época, aquello era toda una revolución.
Pronto me cansé de jugar —aunque confieso que pasé incontables horas intentando descifrar los secretos de La Abadía del Crimen— y decidí explorar el otro lado de la máquina: la programación. Comencé con BASIC, ya que en aquellos años no había demasiadas opciones. Con el tiempo, fui aprendiendo otros lenguajes como COBOL, Pascal, DBase IV y un largo etcétera.
Tras experimentar con los ordenadores de diversas academias, los terminales disponibles en el campus de la Universidad Complutense, e incluso algún Amiga que tenía un vecino, llegó a mis manos un Pentium I que adquirí en una oferta del SIMO. Aquel equipo fue un punto de inflexión. Tenía módem —un fantástico US Robotics— y, aunque conectarlo a la línea telefónica generaba más de una protesta en casa, me permitió acceder a las BBSs que aparecían en el periódico local. Fue allí donde descubrí un mundo fascinante: contenidos sobre hacking, e-zines de grupos más o menos organizados… en plena adolescencia, todo aquello era pura adrenalina.
Poco después llegó el gran cambio: el auge de Internet. Parece que fue ayer…
Uno de los proyectos que más cariño me despierta es Todo-Linux. Fue concebido junto a varios socios como una plataforma colectiva para compartir experiencias y soluciones dentro del universo Linux y del software libre. Aunque la fundación de la página la llevamos a cabo inicialmente Álex y yo, no tardó en unirse un colaborador excepcional: Manu. Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que su contribución a TL ha sido incalculable.
Por eso, solemos decir que, desde sus orígenes, Todo-Linux ha sido sostenida y nutrida principalmente por tres personas: Manu, Álex y yo.
Han pasado más de once años desde aquellos comienzos. En ese tiempo, Todo-Linux ha evolucionado enormemente, hasta convertirse en lo que es hoy: un blog de tres amigos —abierto siempre a más voces— que desean compartir sus vivencias, aprendizajes y reflexiones sobre Linux en forma de artículos.